domingo, 14 de marzo de 2010

El Convaleciente


Alcánzame los
estrechos frascos
separa la dosis

Forma un cuenco con tus manos
antes de dormir
hazme beber

Soy el hombre que ha caído
protegido bajo el ala
de Madre Prudencia y Madre piedad
en la sala de emergencias de Su Santa Sanidad

Paso los días
en la estela de las píldoras
mareado, con piel amarilla
pispeando por las rendijas
la juventud hedonista

Yo quiero ser parte pero pasaron los años
hace tiempo que nos enterramos
hundidos y abrazados
pensando que nos amábamos

Como el nudo del ahorcado
en la horca del pecado
enlazados
desde origen hacia el caos

Muere el mundo; muere Dios
mueren sonido y colores
los pobres siempre lo han sido
sin sentido ni razones

Mas no ha quedado hombre alguno
sobre la esfera candente
que compare el tiempo presente
con el siglo XXI

Aquel satélite perdido
es un epitafio sórdido
de una raza que ha mordido
mas de lo que ha tragado.