viernes, 6 de febrero de 2009

La Otra Punta del Ovillo


Un segundo antes era la nada
Ahora me encuentro de espaldas bajando los escalones

Ojalá hubiera un atenuante al negro y al gris
y no desembocara esta escalera en un absurdo

Esa cara siniestra que asoma desde arriba
de dónde vendrá?

Por qué portarán el rictus sonriente los diablos de tierra?

Se exhiben casi espontáneamente, millares, una desaforada multitud

Es inentendible su lenguaje
No puedo imaginar los preceptos morales que enmarcan su indignación

Así que pereceré admirado e incomprendido


[ Un ser con injerencia en las redes dimensionales cambió su comprometida situación espacio temporal por la de un hombre]