lunes, 16 de noviembre de 2009
Tras las grageas
Desde que secó el agua bendita en mi cráneo
Desde que entendí menos
Viene el derrumbe encontrándome
Solo
Ciénaga a media luz
Ahí me encuentra el desovar
Del siniestro en mi cerebro
Toma mi brazo
De antemano
Transcurren lentos los relojes
Cuando su transparencia invita
A cavilar
Estaré seguro en tus brazos
Padre
De todo lo creado
Mas dame el obsequio
De estar en paz
Para hacer el bien
Caminaré así libre
Entre las personas
Cierra esta llave de desaciertos
Déjame volver a ser
Un hombre simple
Deja de estrechar mi cuello
Firmemente por la nuca
Reposaré en tu mar de abundancia
Rescátame de la neurosis
Aterradora
Te ruego desde raíz
Que el piso deje de vibrar
Las voces se tornen calmas
Cuando hagas hervir este microcosmos
Ten piedad
Años que caen como hojas marchitas
Cuero reseco de tanto besar
El suelo que te adora
Hasta el simiente.